lunes, julio 16, 2012

Usando el lápiz y los dedos, la asignatura pendiente

Un gran fallo que hemos visto una y otra vez a la hora de concebir la interfaz de lápiz en dispositivos digitales es que desaprovecha la parte digital. Este desagradable efecto se produce porque la carne es débil, y se cae una y otra vez en la sorprendente tentación de querer imitar fiel y literalmente al lápiz analógico, con la absurda esperanza de que eso atraiga las ventas.

Y así nos encontramos con ereaders que usan el lápiz de manera directa, pintando tanto letras como subrayados como bitmap encima del texto. "Es lo mismo que en papel", olvidándose de que no estamos delante de papel, y que el trazo con bitmap no es recuperable ni transformable a otro formato.

Con todo, nos hemos educado con lápices. Con lápiz seguimos escribiendo (quien más, quien menos), pintando proyectos o paridas en general o incluso cosas bonitas talento mediante. El lápiz se maneja con pinza fina y permite operaciones más sutiles y delicadas que nuestros deditos o dedazos. Desde que somos niños, hemos dejado de pintar con los dedos y hemos pasado a pintar con lápices y pinceles (a excepción de mi vecino, el enmierdador urbano, esteta singular que se expresaba con sus propios subproductos en los edificios oficiales), y han sido esos delgados cilindros los que han mantenido el peso de nuestra formación.

Visto el problema (y dado a conocer a mi vecino), se puede reformular de una forma mucho más sencilla. Lo que tenemos en un entorno digital es un objeto físico que podemos manipular con mucha precisión y que puede ofrecer niveles de presión. Si nos liberamos de las ataduras de tener que transformar su acción en la interfaz en lo que hacíamos en nuestras resmas de papel, las posibilidades estallan. Por ejemplo, con el tablero digital Wacom CINTIQ 24HD. Vedlo por vosotros mismos:


Libres de las absurdas restricciones del papel literalmente portado a la pantalla, las manos hacen magia con el lápiz. Y si no es magia (al fin y al cabo, no es un producto de Apple y la compañía de Cupertino, Ca. patentó tiempo ha el polvo de hada), es algo que no se podía hacer antes y que ofrece nuevas posibilidades que aprovechan el entorno nuevo.

Este producto saca las vergüenzas a muchos. A todos los encorbatados (literales y/o mentales) que toman decisiones cobardes, conservadoras o ambas sobre productos digitales. A esos que no les apasionan las nuevas tecnologías pero que, por el puesto conseguido, tienen que decidir por encima de criterios mejor informados. A esos que te dicen "Juan Luis, quita eso del RSS del blog del candidato, que no sé lo que es y nadie sabe lo que es".

Estamos en un momento de la evolución tecnológica que demanda, más que nunca, que los creadores sueñen, tomen carrerilla y salten. Que rompan cadenas. Que aprovechen las nuevas pantallas, los viejos lápices de matriz activa, los detectores de movimiento (kinect, livemotion), la voz... para que Minority Report parezca tan moderna como Juegos de guerra.

Esperemos que el ejemplo de Wacom cunda

1 comentario:

  1. La pantalla, unicamente la pantalla, puede ser realmente fina, siempre que no se le añada mas, siquiera una bateria. 
    Wacom deberia probar a sacar una funda para tableto que incorpore una pantalla tactil optimizada para escribir, que tomaria la energia del propio tableto. Lo mismo diria de una funda que incorpore una pantalla e-ink.En vez de crear un aparato completo para proporcionar/añadir una determinada funcionalidad, es mucho mas practico ir a favor de la corriente y aprovechar lo que hay.

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