domingo, abril 01, 2012

Ricoh eQuill, casi, casi...

Manuel García Gómez me mandó un email ayer
Saludos, Juan Luis:

   Me declaro fan de tu blog. Te sigo en los últimos tiempos como mi tecnólogo de cabecera. Yo también espero esa máquina de escribir electrónica que aúne un mínimo de ofimática con una pizca de navegación decente en la red y una pantalla en la que no duelan los ojos. Sospecho que la falta de una opción al respecto, como la que perfectamente has detallado en numerosas entradas de Tinta-E, podría responder a complicaciones derivadas del restrictivo marco de las patentes y propiedades industriales.

   En una de las últimas búsquedas sobre el asunto en Google, me he topado con este aparato que casi me hace ilusionarme y todo. Tal vez ya hayas visto algo al respecto, porque hay alguna escueta reseña de hace unos meses.




En todo caso, si no interpreto mal con mi patatero inglés, me da que es algo más "cerrado" que lo que buscamos, centrado en una especie de gestión y autenticación en la nube de formularios para los sectores profesionales médico y jurídico. Es sospechosa también la baja duración de batería de la que habla (16 horas). Pero si está basado en linux, tal vez sería rooteable. No sé. Me pondré una alerta en el correo electrónico, por si va saliendo más información. Y seguiré visitando tu blog, a ver si nos puedes dar la gran noticia un día de estos. Gracias por tu trabajo.
La verdad es que me sube la moral cada vez que alguien me comenta lo mucho que le gustaría disponer de una máquina de escribir digital, ewriter o variante del concepto básico: un dispositivo con pantalla no retroiluminada que, al menos, permitiera escribir. Manuel, por ejemplo, querría algo más de ofimática y navegación, y su necesidad se centra en el descanso visual. Pero entiendo que a nadie le amargaría el dulce de coger su dispositivo y currar con total comodidad en una terraza, un parque o la playa.

El Ricoh eCálamo es un dispositivo orientado para mercados verticales. Cuando he empezado a leer al respecto, lo primero que me ha venido a la cabeza es una variante de la solución smartpen que usamos en mi empresa. En nuestro caso, usamos un cuaderno de papel con un papel con un patronaje que reconoce el bolígrafo digital, el cual registra tanto lo escrito como el audio de una sesión o, si se generan formularios, registra lo que se almacena en cada campo del formulario.

el eQuill, por su parte, usa una pantalla electroforética (entiendo que e-ink Pearl, pero no he encontrado confirmación) para mostrar la información, y un lápiz con matriz wacom o una cámara para registrar la información. Además de las 16 horas que ofrece de autonomía (suficiente para cualquier jornada laboral), la ventaja estaría en la comodidad que ofrece una pantalla e-ink para trabajo en interiores y exteriores. Se integra en una solución mayor para digitalizar por completo un workflow de toma de datos en movilidad, y en operaciones logísticas o similares sería una solución con ciertas ventajas. Yo prefiero para eso mismo mi smartpen, no sólo por haberlo integrado ya en la empresa, sino porque la única parte delicada es un lápiz que es más fácil de proteger y transportar que un ewriter de 9.7".

Sería distinto si lo hubieran presentado con un segundo grupo de funcionalidades: la consulta y anotado de documentación. Si además de rellenar formularios sirviera para mantener y utilizar documentación técnica, aumentaría su abanico de aplicaciones. De hecho, no entiendo por qué presentan este dispositivo de una forma tan limitada, o incluso por qué no han ofrecido una opción básica de consulta de documentación (lo que no aclaran). No perderían nada, y ganarían un buen número de usuarios potenciales... sobre todo, porque el mercado de ereaders de formato grande no está saturado, precisamente.

el eQuill ofrece un teclado virtual para introducir información además del lápiz. Por experiencia previa, no creo que sea muy utilizable más allá de unas pocas palabras, y de hecho no creo que esté pensado para eso. Aquí entiendo que la conectividad con teclado físico no es un problema de hardware (USB Host, de costo despreciable) ni de software, sino de concepto: Ricoh se ha centrado en ofrecer una solución de digitalización de formularios y de toma de datos, y es posible que conectarlo a un teclado físico perturbara la claridad del concepto que quieren transmitir.

Entiendo que lo han lanzado con buenas posibilidades de que algunos clientes corporativos lo compren. La ventaja que veo a un producto tan especializado es que es muy conservador para el fabricante, porque los tabletos (siendo tan generalistas) no compiten bien en este nicho específico. Pero es una pena que Ricoh tampoco se atreva a crear una solución para leer y escribir con comodidad, entiendo que por miedo al tsunami tableto.

Manuel se ha ofrecido a monitorizar el producto, y le tomo la palabra. De hecho, me gustaría que alguien me corrigiera si alguna de mis estimaciones no han sido correctas, porque me gustaría equivocarme respecto a las capacidades de mostrar texto del producto.

En cualquier caso, en los próximos días postearé sobre interesantes novedades sobre la máquina de escribir digital, en este caso de hacking de un ereader. Como dicen los anglos, stay tuned...

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