Sería una noticia genial, ¿no? Las personas con espasticidad, parálisis cerebral u otro tipo de discapacidad podrían sacar partido a un kindle. En esta entrada os contaba hace un año experiencias con informantes con diversidad funcional. Para una persona con déficits severos en la motórica fina, el acto inane de pasar la página de un libro es todo un esfuerzo que no es fácil de asumir cuando se hace decenas o cientos de veces. Si una empresa saca una solución bien currada (aunque yo lo veo en una mesa, no veo cómo se adapta a una silla de ruedas), es una magnífica noticia.
O lo sería... si no fuera porque el dispositivo cuesta como casi 3 kindle: 330$ la versión más barata. Tengo un cabreo tan monumental que no puedo sacar ni a Salvatore con la imagen de penitenziagite. Joder, ¿tan difícil es de entender que hay consumidores a los que no es ético exprimir? ¿Por qué precisamente a una persona en situación desfavorable, y a la que se le mejoraría un aspecto importante de su calidad de vida, se le exprime de esta manera?
Es viernes. Casi medianoche. Estoy bastante agotado, porque me ha dado un jamar alérgico al olvidárseme el antihistamínico antes de recorrer 60km con la moto por la carretera de Valencia para recoger un papel en la ITV. Pero leer esto me mueve a la acción. Si en su día os mostré el ejemplo de una solución sencilla tanto para sostener un ereader sin usar las manos como para pasar páginas de manera automática, hoy quiero aprovechar esto y la propia plataforma (www.discadiy.org) para hacer un llamamiento no sólo a hackers varios sino a todos los que leáis esto y tengáis buena voluntad:
Os convoco para lograr una solución sencilla y mucho más barata que esos 330$ para que las personas con discapacidad puedan usar un ebook. No se trata de lograr algo vistoso, sino eficaz: que se puedan pasar páginas y seleccionar libros con mandos distintos a los del ereader, inmanejables para muchas personas con discapacidad. Idealmente debería ser una solución DIY sencilla y barata, semejante a este desarrollo: discámara. La idea es bajar el coste al mínimo posible, a ser posible menos que el coste del ereader más barato, y que se pueda montar con la máxima sencillez posible para que el máximo número de personas con discapacidad puedan hacerse con uno que se lo monte un familiar, amigo o vecino.
Como quiera que no tengo la capacidad técnica para desarrollarlo, lo que ofrezco es lo siguiente:
- Un bounty equivalente al producto reseñado líneas arriba, y usando la conversión Apple dólar-euro: 330 euros. Mi empresa aún no me ha hecho rico, y creo que esta cifra es simbólica e invita a más individuos (y organizaciones) a sumarse.
- Comunicación tanto en discadiy.org como en los espacios web de las organizaciones de y para personas con discapacidad
- Casos donde probar el desarrollo, en las organizaciones con las que he colaborado.
No queda mucho por pulir. Queda todo por pulir. Pero hay que hacerlo. Y para lograrlo, os pido lo que queráis: contribuciones al bounty, propuestas para el desarrollo, propuestas e ideas para organizar la iniciativa y hasta el nombre. De momento, estamos en fase 0.0.1: operación DarLaMatraca