miércoles, diciembre 14, 2005

interpretando conversate.org y digiriendo los efectos de la blogosfera como conversación

Hace casi un mes comenté con bastante emoción una nueva startup que ofrecía un servicio web social novedoso: conversate.org. Fue de estas ocasiones en las que la vista lee una cosa y la cabeza otra, o te emocionas tanto ante lo que te evoca lo primero que lees sobre un concepto que sustituyes el concepto original por el tuyo. Lo que voy a incluir a continuación no es una fe de erratas, sino una aclaración, por un lado, y la sintetización de mi idea, por otro.

Todo esto surge de una curiosidad que les transmití a Palla y a Fernand0. Nos pusimos a hacer pruebas y de inmediato surgió el escollo principal: conversate no aporta una dirección de email propia. De hecho, el email va desde conversate a las cuentas de correo de los usuarios para avisarles de cambios en las conversaciones que tengan abiertas (redundando al feed rss que ofrecen para cada cuenta de usuario), o para invitar a otros usuarios a participar en conversaciones. Sin embargo, si quieres participar no te queda más remedio que hacerlo a través de la interfaz web.

En resumidas cuentas, conversate.org es un sistema de foros muy reforzado, sí, pero que emplea el email y enriquece su uso de forma marginal. No es una mala idea, aunque por lo que se puede ver en las conversaciones públicas tampoco está cuajando demasiado de momento. En cualquier caso, y bajo mi punto de vista, desaprovecha flagrantemente el email.

Ahora, de vuelta a mi interpretación. Lo que me evocó conversate por medio de una lectura diagonal de su faq demasiado rápida era una reinvención/refuerzo del email. La reinterpretación más inmediata consistiría en un frontend web para mailing list que muestre los hilos de conversación anidados. Lo mismo ya existe.

Otra posibilidad sería enriquecer los servicios de un servidor de email (tanto el servidor propio como un servicio que se prestaría a terceras partes, como un man in the middle. Sería exagerado decir que el email está muriendo por su propio éxito, pero lo cierto es que el spam está provocando que la falibilidad del email sea muy superior a la admisible para una herramienta empresarial tan crítica. Este tipo de servicio sería una estandarización del truco que empleamos para cuando queremos estar seguros que un email llega o es recibido: emplear CC a varias direcciones o pedir que se emplee. En este caso, el "servidor de email enriquecido" ofrecería una cuenta de email que recibiera un CC de todos los email agrupables en una "conversación". De esta manera, todos los usuarios involucrados en un intercambio de email podrían verificar si sus respuestas o las de otros han sido enviadas.

La gran ventaja que aportaría este "servidor de email enriquecido" sería la posibilidad de presentar vía web las "conversaciones" organizadas convenientemente por hilos. Si habéis participado en una mailing list concurrida y activa, habréis comprobado una y otra vez lo difícil que puede llegar a ser seguir las intervenciones. Debido al medio, es una experiencia más compleja y limitada comparada con la que ofrece cualquier foro con hilos de conversación anidados, como por ejemplo mi querido barrapunto. Lo que los usuarios podrían consultar sería el desarrollo de cada intercambio colectivo mediante email, convenientemente organizado.

Volviendo a la idea que propuso Luistxo Fernández en webdosbeta, el email, sin tener el relumbrón que tienen (o pretenden tener) las aplicaciones sociales web 2.0, es el software social con más éxito de la historia, uno de los ejemplos de manual de killer application. Sin él, muchos profesionales nos quedamos cojos o peor. Lo malo es que, en los tiempos que corren, es fuente permanente de frustraciones y cabreos, no por el servicio en sí mismo sino por su inseguridad. Esta idea que lanzo de "servidor de email enriquecido" (si es que alguien no la ha tenido ya) podría contribuir a relanzar el email como software social a nivel empresarial y comunitario.

Por último: no encuentro la referencia de un post sobre web 2.0 e ideas. Lo que venía a decir es que si pretendes lograr algún éxito, tienes que guardar con celo tu idea hasta que la puedas lanzar al mercado con un mínimo de madurez. Nadie debe saber nada hasta que sea el momento. Bueno, en principio no pretendo crear ninguna startup con este concepto (no ha lugar); más allá, creo que este modelo mencionado de altisimo-secreto-para-evitar-que-te-copien no acaba de encajar en nuestros días. En primer lugar, la originalidad es cada vez más difícil y limitada: seguro que tu parida se le ha ocurrido a alguien antes, se le está ocurriendo ahora o se le va a ocurrir en breve. En segundo lugar, obvia la potencia de la idea de la blogosfera (e internet, por extensión) como conversación: la velocidad y riqueza de la interacción e intercambio entre los interesados en un tema dado entra en sinergia y obvia en parte la intervención individual y específica. Más que una intervención brillante que propaga enormes ondas de choque conceptuales, lo que importa son las ideas menos llamativas, lanzadas por millones, leidas, digeridas, reformuladas y que acaban desembocando en las mentes de cada participante en resultados diferentes. Si se entiende, sería algo así como espermatozoides que, en vez de fertilizar un único huevo, se recombinan entre sí para confluir en un gran número de huevos imprevistos.

Y lo mismo me estoy columpiando alegremente y ya existe algo igual o mejor que la idea del "servidor de email enriquecido". Si es así, agradecería que se comentase.

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